Los Préstamos Personales o de Consumo
Se les conoce por ambos nombres. Esto es debido a que son préstamos monetarios cuyo objetivo es la adquisición de un bien de consumo. Este producto se entrega mediante un contrato entre la empresa financiera y la persona solicitante. En dicho contrato se indica la cantidad de dinero a prestar, el plazo a devolver y todos los costos asociados a dicho servicio.
En el contrato la empresa se compromete a prestar un determinado importe de dinero. A su vez, el prestatario se compromete a devolver dicho importe en el plazo a futuro que han acordado. Este plazo puede durar semanas, meses e incluso años. Se supone que esta flexibilidad otorga al cliente el tiempo necesario para la devolución.
Al solicitar un préstamo personal, el cliente debe señalar cuál será el uso de este. Esta declaración debe respaldarla con la documentación necesaria. De lo contrario el préstamo no será aprobado, pues para las empresas financieras es muy importante el cumplimiento de la finalidad del préstamo personal. Esta finalidad debe ser adquirir un bien o pagar gastos relacionados con estudios, salud o reformas en el hogar.
Bajo ningún punto de vista se debe utilizar un préstamo personal para solucionar problemas monetarios como deudas o créditos con otras entidades. Por este motivo es que las empresas prestamistas verificarán que toda la información provista por el cliente es fidedigna.
Tipos de Préstamos Personales en el Mercado y sus Usos
Todos los préstamos personales funcionan del mismo modo. Todos consisten en un préstamo de dinero por un plazo determinado al que se le suman intereses y comisiones. Pese a esto, existen diferentes subproductos en el mercado financiero de acuerdo a las necesidades que el cliente busca cubrir:
- Préstamo estudiantil para financiar estudios.
- Préstamos para renovaciones de la vivienda.
- Préstamos hipotecarios (para comprar una vivienda).
- Préstamo automotriz (para comprar un vehículo).
Estos son solo algunos ejemplos de los diversos tipos de préstamos existentes. Pero en el mercado existen muchas más opciones. Una de ellas es el simple préstamo personal de consumo, Este puede destinarse a financiar otros gastos, como un viaje, una celebración o un tratamiento médico costoso.
El préstamo hipotecario presenta condiciones distintas a los préstamos personales. En el préstamo hipotecario, cedes como garantía la vivienda que estás adquiriendo. Esto supone que el impago del préstamo causará que la entidad pase a ser dueña de la vivienda. Al tener la vivienda como garantía, los préstamos hipotecarios tienen un menor interés que los préstamos personales. Esta garantía inmobiliaria hace que los préstamos hipotecarios sean una operación menos arriesgada para el prestamista. A menor riesgo para el prestamista, menores son los intereses que exigen a quien recibe el préstamo.
En los préstamos personales, la garantía son tus bienes actuales y los que podrías tener en el futuro. Este respaldo es menos concreto que el que existe en el préstamo hipotecario. Esto incrementa el riesgo para la financiera y, por lo tanto, el interés a cobrar.
Entidades que otorgan Préstamos Personales y sus Requisitos
Si necesitas un préstamo personal, debes saber que puedes solicitarlo en cualquier banco o en una entidad de capital privado. Si acudes a la primera opción, puedes solicitarlo en el mismo banco en el que tienes tus cuentas y/o otros productos contratados. De este modo, el préstamo tendrá intereses más bajos que con otras fuentes de financiamiento.
Sin embargo, también es importante saber que el banco solicita más documentación y exige mayores requisitos. Por ello tardará más tiempo en estudiar tu caso y en entregarte una respuesta.
Los bancos solicitarán los siguientes documentos y requisitos a los solicitantes de préstamos personales:
- Tener entre 18 y hasta 72 años (algunos bancos exigen 21 años como edad mínima).
- Documento de identidad al día.
- Comprobante domiciliario.
- Ser mexicano o tener tarjeta de residencia permanente.
- Un mínimo de ingresos fijos.
- Declaración jurada de bienes o patrimonio.
Pese a que el costo final del préstamo es mayor, estas empresas tienen dos grandes ventajas. La primera es que exigen menos requisitos para acceder al préstamo. La segunda es que dan una respuesta más rápida, dentro de 48 horas. Además, el proceso es más sencillo y 100% en línea, sin necesidad de papeleos. Otro factor es que son más flexibles en cuanto a los requerimientos y otorgan más privacidad, debido a que en muchos casos no piden justificación sobre el destino del préstamo.
Dentro de los requisitos que exigen las empresas de capital privado para entregar préstamos personales están:
- Tener nacionalidad o residencia mexicana.
- Ser titular de una cuenta bancaria.
- Contar con el CURP.
- Presentar un teléfono móvil y correo electrónico propios.
- Demostrar algún tipo de ingresos.
Intereses a considerar al Solicitar un Préstamo Personal
Como dijimos anteriormente, al solicitar cualquier tipo de préstamo estás sujeto a pagar los intereses impuestos por el banco o la entidad prestamista que te proporcionó el dinero. Estos intereses se indican con un porcentaje, y se calculan de acuerdo al importe que te fue prestado. Por lo tanto, cuanto más bajo sea el interés, mejor para ti. De los intereses depende cuánto pagarás cada mes y cuánto en total por tu préstamo.
Los intereses de los préstamos son dos, el fijo y el variable:
- Interés fijo. Tal como su nombre indica, se mantiene igual hasta el término del contrato. Es decir, hasta que termines de pagar el crédito. Este interés se establece al inicio del contrato. De esta manera se proporciona al cliente transparencia sobre cuánto tendrá que pagar durante toda la duración del contrato. Su desventaja es que es más elevado, pues las entidades lo calculan haciendo una estimación de la economía en el futuro, nivelando el interés según esa estimación.
- Interés variable. Este interés va cambiando durante el tiempo que dure el contrato. Para calcularlo, la financiera revisará si el interés que estás pagando es coherente con el mercado y con el índice de referencia de México conocido como Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE). Este es un indicador de la inflación anual en el país. Este interés probablemente sea muy bajo al comienzo, pues las entidades ofrecen intereses bajos para atraer clientes. Una desventaja es que no tendrás toda la claridad deseable sobre cuánto tendrás que pagar realmente al pasar los años (si es que tu préstamo es a largo plazo). Aún así, este interés no se caracteriza por subir o bajar de manera radical.
Estos son los dos intereses que debes estudiar y comparar entre las opciones que estés considerando para obtener un préstamo. Debes comprobar qué entidad te ofrece la mejor tasa y menos intereses finales a pagar. Recuerda que los intereses iniciales pueden ser muy bajos y parecer la mejor opción, sin embargo, pueden ocultar condiciones que a largo plazo significarían pagar un monto más alto.
Comisiones y otros gastos asociados a los préstamos personales
Además de los intereses, los préstamos personales tienen otros gastos asociados relacionados con la gestión del producto y la operación del servicio durante su duración. Estos gastos se te cargarán en tu condición de cliente solicitante del préstamo. Por esta razón es fundamental ser consciente de ellos y sumarlos a los intereses cuando hagas las comparaciones entre ofertas.
Algunas financieras podrán ofrecer intereses muy bajos, haciendo que te inclines por ellas. No obstante, al sumar las comisiones, el costo final puede ser mayor que en otras cuyos intereses parecen más elevados.
Las diferentes comisiones que te pueden imputar en los préstamos personales son las siguientes:
- Comisión de estudio: cada entidad realiza un estudio sobre ti como cliente antes de dar una respuesta a tu solicitud.
- Comisión de apertura: por iniciar el préstamo y sus servicios.
- La Comisión de gestión: es una prima por el mantenimiento del servicio.
- Comisión por amortización anticipada: algunas entidades pueden cobrar una tarifa si devuelves el préstamo antes del plazo acordado.
- Comisión por amortización parcial: al igual que en el caso anterior, si decides devolver una parte del dinero total antes de la fecha establecida.
- La Comisión por carencia: si dejas de pagar las cuotas por un periodo, algunas empresas cobrarán una multa.
- Gastos de notario: en caso de tener que firmar documentos ante notario, estos gastos te serán cargados mediante esta comisión.
- Contratación de productos asociados: algunas entidades exigirán que contrates otros productos propios, como una cuenta corriente, protección de los pagos o seguros, entre otros.
Finalmente, el Costo Anual Total (CAT) es otro porcentaje que deberás calcular antes de tomar una decisión. El CAT es un indicativo estandarizado con fines informativos y de comparación. Esta magnitud incluye el total de los costos y gastos propios de los créditos otorgados por las financieras.
La metodología para calcular el CAT la establece el Banco de México. Para su cálculo se requieren los siguientes valores: monto del préstamo, monto de los pagos mensuales, de las comisiones y de cualquier otro gastos que no esté incluido en dichas cuotas de mensualidad. Toda esta información es proporcionada por la empresa que ofrece el préstamo.
El CAT se calcula sin incluir el IVA de los intereses o las comisiones.
Condiciones Generales de los Préstamos Personales
Los préstamos personales entregan sumas de capital elevadas, pues su objetivo es cubrir una necesidad o proyecto fuera de lo cotidiano, como lo es financiar estudios, una cirugía o comprar una vivienda. La cantidad de dinero que puedes solicitar con un préstamo personal depende de la entidad a la que lo solicites. Por lo general, este rango se encuentra entre los $5000 y alcanza hasta los $500. 000.
En cuanto a los plazos de devolución que manejan las compañías financieras, estos pueden ser de meses o años, dependiendo de la suma del crédito.
Los préstamos personales se pagan en cuotas mensuales. El valor de estas depende directamente del importe del préstamo y el plazo de devolución que tú y el prestamista establezcáis. Asimismo, estas cifras determinarán el interés a pagar. Mientras menor sea el plazo, menos intereses tendrás que pagar, pero el valor de la cuota mensual será más alto. Por el contrario, si escoges un plazo de devolución más extenso, te corresponderá pagar una cuota mensual más baja, pero finalmente pagarás más intereses que en el caso anterior.
Si bien escoger un plazo más corto de devolución y evitar los tan indeseados intereses puede ser atractivo al momento de contratar un préstamo personal, hay ciertas condiciones a cumplir en este producto: para asegurarse de que podrás pagar la mensualidad sin problemas, las empresas prestamistas y bancos exigen que la cuota mensual no pueda superar el 35% de tus ingresos.
Asimismo, tu solicitud debe ser realista para que sea aprobada. Debe existir cierta coherencia entre el importe de dinero que estás pidiendo prestado y el plazo en el que quieres devolverlo. Por ejemplo, una solicitud por $100 000 a devolver en 3 meses no es realista, por lo tanto difícilmente será aprobada.
Finalmente, debes recordar que adquirir una deuda es siempre una decisión que debe tomarse con responsabilidad, siendo incluso muy recomendable solicitar asesoría legal antes de firmar cualquier contrato.
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