Préstamos con Garantía Hipotecaria

Los préstamos con garantía hipotecaria son un tipo de producto en el cual pones tu vivienda como aval para obtener un préstamo.

Sí, para acceder a este tipo de préstamo, la propiedad debe estar a tu nombre.

La mayoría de entidades sí aceptan otras propiedades además de tu vivienda como aval para un préstamo de este tipo. Puede ser un local comercial, un local industrial o algún inmueble parecido.

El plazo de devolución es variable, pero suele estar en un promedio máximo de 15 años a partir de que se obtiene el desembolso. Algunas compañías establecen un plazo un poco menor, por ejemplo, de 10 años.

Sí, sí puedes acceder a este tipo de préstamos si estás en listados de morosidad como ASNEF, Bedexcug, RAI, entre otros.

Para acceder a un préstamo con garantía hipotecaria no tienes que tener ni demostrar un ingreso regular, ya que es el inmueble el que sustenta tu compromiso de pago con la entidad prestataria.

No tienes por qué informar acerca de la finalidad del préstamo con aval inmobiliario que estás solicitando. Las compañías prestatarias no te hacen ninguna pregunta, tan solo te piden que demuestres tu propiedad sobre la casa o local que pones como garantía.

Si no cumples con el compromiso de pago a la empresa prestataria, entonces podrías perder tu casa. Lo primero que sucedería es que entrarías en un proceso judicial; tras este, según lo señala la ley, el inmueble sería embargado.

Estos dos conceptos son totalmente distintos. El primero es un crédito que solicitas a alguna entidad financiera para poder comprar tu piso, casa u otro inmueble similar. El segundo, es un préstamo en el que pones al inmueble como aval para recibir dinero a modo de crédito.

El importe máximo de dinero que puedes obtener depende del valor estimado de tu inmueble durante la tasación. Hay compañías que pueden prestarte una cantidad de 300 000 €, mientras otras tienen un tope de 250 000 €.

Hay compañías que sí aceptan el préstamo incluso si no has terminado de pagar tu crédito hipotecario. En este caso, el importe máximo del crédito se establecerá teniendo en cuenta la tasación del inmueble, a la que se restará la cantidad que te falte para cancelar el crédito hipotecario (la cantidad que te queda para terminar de pagar el inmueble que usas como aval).

El proceso de tasación en los préstamos con garantía hipotecaria tiene en cuenta varios aspectos. El primero y más importante es es valor inicial de la vivienda. El segundo son los años de antigüedad de la misma y el tercer término es el estado de conservación.

Otros aspectos que se consideran son las modificaciones que puedas haber realizado. Finalmente, es también importante la ubicación del inmueble y la dinámica económica que acontece alrededor del mismo.

Hay dos tipos de compañías que otorgan préstamos con garantía hipotecaria. Las primeras son las empresas financieras tradicionales, como los grandes bancos nacionales e internacionales. Las segundas son empresas de capital privado que no pertenecen necesariamente al sistema financiero, pero que están habilitadas para realizar este tipo de operaciones.

Habitualmente, los préstamos con garantía hipotecaria manejan intereses bastante más elevados que otro tipo de producto de crédito financiero.

Esto se debe, entre otros motivos, a que las compañías prestamistas manejan un riesgo mayor al de las entidades financieras (por ejemplo en comparación con los bancos). La lógica del mercado dicta que, cuanto mayor es el riesgo, mayores serán los costes relacionados.

Si necesitas pedir este tipo de préstamo, puedes evaluar cualquiera de las dos alternativas. Si reúnes los requisitos para obtener el crédito de un banco, podrías optar por esta opción ya que tienen un mayor respaldo y sus tasas de interés suelen ser más competitivas.

Si te negaron el préstamo en un banco, puedes optar por las compañías de capital privado, siempre y cuando sus condiciones sean favorables para ti.

Como medida de excepción, hay compañías privadas que sí otorgan préstamos con garantía hipotecaria incluso si el inmueble no figura a nombre del solicitante.

Para ello, es necesario que el propietario firme conjuntamente toda la documentación exigida. También es necesario que la vivienda esté libre de cargas.

Son pocos los casos en los que las entidades prestamistas podrían negarte el acceso al crédito en este tipo de modalidad. La razón más frecuente es que aún debas una cantidad bastante alta de tu préstamo hipotecario.

En todo caso, es cuestión de que consultes con la compañía de tu interés.