Tarjetas de Crédito

Una tarjeta de crédito es un medio de pago electrónico a través del cual podemos realizar compras incluso si no disponemos de efectivo en ese preciso momento.

Actualmente, la mayoría de los comercios, tanto virtuales como físicos, aceptan pagos con tarjeta de crédito, sobre todo si provienen de empresas con reconocimiento internacional como son Visa y Mastercard.

Sí, puedes realizar compras en el exterior con tus tarjetas de crédito, especialmente si la compañía emisora de la tarjeta de crédito es una empresa internacional.

Cada vez son más los comercios, plataformas y páginas web que aceptan las tarjetas de crédito como medio de pago válido para realizar tus transacciones. En algunos casos y como medida de seguridad, ciertos bancos requerirán que realices un simple proceso de habilitación de tu tarjeta antes de tu primera compra virtual, lo cual es un trámite sencillo y rápido.

Puedes solicitar tus tarjetas de crédito en la mayoría de empresas financieras que operan dentro del territorio español. Como habrás notado, muchos bancos realizan atractivas campañas de comunicación y publicidad para otorgar líneas de crédito a través de sus tarjetas de crédito.

Las cantidades disponibles para tus compras mediante tu tarjeta de crédito dependen de la “línea de crédito”, la cual es el importe total de crédito que puedes financiar a través de este medio de pago.

Sí, de hecho puedes tener varias tarjetas de crédito emitidas por distintas entidades financieras, siempre y cuando no superes tu línea de crédito personal. Incluso hay entidades financieras que permiten que le otorgues una tarjeta a otra persona (un familiar, por ejemplo), pero debes saber que tú sigues siendo el único responsable por la deuda que se genere.

La línea de crédito de tus tarjetas la establece el sistema financiero en base a una serie de factores como tu ocupación, historial de endeudamiento y comportamiento crediticio, nivel de ingresos, edad, nivel de estudios, etc.

No, el uso de tus tarjetas de crédito es personal, debido a que la responsabilidad por su uso y el compromiso de pago recaen única y exclusivamente en ti como titular del medio de pago. Es por ello que tus tarjetas de crédito llevan únicamente tu nombre.

Algunos bancos permiten que puedas establecer los parámetros de tus gastos diarios o los establecen ellos mismos. Puede ser que, como cliente, quieras tener tu línea de crédito diario abierta, lo cual también es posible, pero, por seguridad, casi siempre se establece un tope mensual.

Además de que lleva tu nombre impreso, las tarjetas de crédito cuentan con un largo número de identificación único y personal. También tienen un número adicional, generalmente compuesto de 3 cifras, que usualmente es solicitado cada vez que haces una compra por Internet.

La cantidad que debes pagar por tus tarjetas de crédito está en directa relación con el importe de las compras que hayas realizado con ellas. A esta cantidad se aplica una suma proveniente del interés mensual. Muchas tarjetas también tienen un coste periódico de mantenimiento.

Todas las entidades financieras te cobran ciertos conceptos por el uso de sus tarjetas de crédito. Sin excepción, todas aplicarán una cantidad de interés por la financiación de las compras que realices. Otras entidades, además, podrían cobrarte algunos conceptos adicionales como una comisión de emisión y renovación, costes de administración, etc.

El interés que pagas por el uso de tus tarjetas de crédito lo establece cada banco de acuerdo a sus políticas particulares. En el mercado español, los bancos de mayor trayectoria y que te ofrecen mayor confianza suelen cobrar entre el 10% y el 20% de interés anual.

El pago de las tarjetas de crédito se realiza una vez al mes en la fecha de pago que acuerdes con tu banco.

Sí, si tienes esa necesidad, es posible obtener efectivo con tus tarjetas de crédito. Si usas este servicio hazlo con precaución, pues en la mayoría de los casos, las tasas de interés por disposición de dinero suelen ser mucho más elevadas que por usar la tarjeta de manera normal.

Es muy probable que la entidad financiera o la compañía emisora de la tarjeta te cobre una comisión adicional si retiras efectivo a través de las ventanillas o los cajeros automáticos, especialmente si estos últimos pertenecen a otro banco o a otra red de cajeros distinta de la del banco que emite la tarjeta.

Sí, existe una gran variedad de tarjetas de crédito, incluso dentro de una misma entidad financiera. La mayoría de los bancos cuentan con distintas tarjetas dependiendo de las necesidades y perfiles de los clientes y de factores como la edad, el tipo de ocupación, el historial crediticio, etc. Dependiendo de estos factores, se te ofrecerán distintos tipos de tarjetas.

Algunas entidades financieras te permiten realizar algunas compras adicionales incluso si has excedido tu límite de línea de crédito. A esto se le conoce como excesos de cuenta. Sin embargo, nunca es recomendable llevar tu línea de crédito al límite, menos aún superarla ya que los intereses son bastante elevados en ese caso.

El balance transfer es un servicio ofrecido por ciertas entidades financieras que permiten unificar las deudas que puedas tener con diferentes tarjetas de crédito de varios bancos. Cuando accedes a este servicio, normalmente logras negociar una mejor tasa de interés y además te permite tener mayor orden y control en tus gastos.